Mi respeto, solidaridad y pesar por la terrible situación, fortuita e inesperada que vive Japón en estos momentos. Lo más preciado, las víctimas y desaparecidos. Seguro estoy, que el laborioso, inteligente, sacrificado y tenaz japonés, superara más pronto que tarde esta gran tragedia.
Quiero hoy hacer algunas reflexiones generalizadas, sobre ese gran país, El Imperio del Sol Naciente. No voy a comentar lo acontecido, estamos muy documentado. Solo referirme a algunos datos de interés.
Ocurre esta tragedia el día 11 (viernes) de marzo del año 2.011. Tengo la sensación que el 11, se está repitiendo demasiadas veces en las desdichas. Claro que, el 11S y 11M, fueron programado por el hombre, en este caso ha sido catástrofe natural.
Japón está situado en el Anillo de Fuego del Pacífico, zona de gran actividad sísmica. El nombre de Océano Pacifico, viene del navegante portugués, al servicio de la Corona de España, Fernando de Magallanes; en su recorrido desde El Estrecho de Magallanes hasta las Islas Filipinas, encontró un mar en calma (tuvo mucha suerte). El mayor océano de la Tierra, que ocupa la tercera parte de la superficie, es con frecuencia azotada de tifones, huracanes, y sismos que golpean islas y litorales continentales. Desde Norteamérica (la terrible Falla de San Andrés), hasta Chile; pasando por: México, Centro América, Colombia y Perú, son zonas de actividad sísmica (Los Andes), en paralelo con el Océano Pacifico.
Curiosamente el origen de "tsunami", es japonés; tsu (ola) y nami (puerto). Con ello se quiere designar a una serie de ondas oceánica generadas por un disturbio impulsivo en el océano. De manera que, es tanta la experiencia del japonés, que le pusieron el nombre.
El Japón de hoy ocupa el 3er. o 4to. puesto de los países desarrollados. La superficie es relativamente pequeña, 377.835 kilómetros cuadrados (las 3/5 partes de España). La población, 127 millones (2,76 veces a la de España). La densidad, 335,79 habitantes por kilómetros cuadrados. Es el único país del mundo que ha sufrido el rigor de la energía atómica. Para terminar con la resistencia que impusieron los japoneses en la Segunda Guerra Mundial, los norteamericanos tuvieron que arrojarles bombas atómicas. Las ciudades Hiroshima y Nagasaki, fueron ciudades destruidas. Hoy tienen nuevamente una amenaza nuclear, el reactor Fukushina Daiichi, dañado a consecuencia del terremoto y desactivado; tiene problemas con el enfriamiento. En esta ocasión, USA ha enviado materiales especiales para repararlos.
Aunque parece ser pronto para evaluar los daños sufridos. Consideran que desde la Segunda Guerra Mundial, es el mayor desastre sufrido.
Todo el mundo debe solidarizarse con Japón.
Hasta la próxima semana, gracias y suerte, jnf.
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